Suicidio Testimonial

Los tiempos que corren (y nos corren) son tiempos Testimoniales. 

Nuestra patética Republiqueta va indefectiblemente hacia un retorcido Escribanato, en donde el principal criterio, sea en el arte, sea en la moral, sea en el deporte, sea en lo espiritual, sea intelectual es el dar fe, el respaldar: La Escribania de lo real... 

Depende quién este atrás, depende quién lo diga, depende quién lo defienda, depende quién lo ataque, depende con quiénes está... todo depende de QUIEN o QUIENES, pero nunca depende de QUE. 

Se justifica, se apaña, se señala, se repudia y se aplaude cualquier cosa, siempre dependiendo del (o de los) escribano/s de turno. Esta suerte de forrada, o alcahuetería hoy hace su arribo a la política  de la mano de las candidaturas testimoniales. ¿Qué es esto? Un fulano encabeza una lista de candidatos a legisladores (Nacionales, Provinciales o Municipales) pero solo simbólicamente. En este caso da fe, testifica  en favor de esta lista, de sus candidatos, de sus intereses, pero NO ASUME en el caso de ganar. ¿Se entiende? Se candidatea, pero solo figurativamente, como testigo, como aval. Es un escribano de las intensiones del partido y sus candidatos.

Suponiendo entonces que este insulto a la dignidad y a la inteligencia humana se haya mínimamente entendido, (de no ser así no los culpo) propongo el SUICIDIO TESTIMONIAL.

Por lo que voy a tomar una escopeta y me voy a reventar la cabeza de un corchazo, eso si, no voy a asumir mi muerte... es simbólica, es testimonial. "Doy fe de que por sentirme insultado, degradado e hinchado las pelotas, me arranque la cabeza de un escopetazo"

De aquí en más mi vida será la de siempre, seguiré comiendo, estudiando, leyendo, escribiendo, puteando, tomando soda del sifón, mirando Intrusos y meando la tabla, todo esto sin asumir que me arranque la cabeza y que estoy muerto...

"He visto un japones con rulos"... pero no lo voy a asumir...